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La biblioteca del CAPLP lleva el nombre “Dr. Juan Carlos Achiary”

En un acto conjunto entre el Colegio de Abogados y Procuradores de La Pampa y Caja Forense fue impuesto el nombre “Dr. Juan Carlos Achiary” a la Biblioteca central del CAPLP. En la ceremonia con los protocolos correspondientes estuvieron presentes la titular de la entidad, Dra. Susana Gemignani; la titular de Caja Forense, Sandra Abdo; el Dr. Carlos Lorda; quien fuera pareja del homenajeado, Cristina Irusta, y sus hijos, Fernando y María Julia.

Juan Carlos Achiary falleció en 2015 a la edad de 83 años. Ejerció la abogacía con reconocida idoneidad y tuvo una destacada actuación en su paso por la política pampeana en la década del sesenta como diputado nacional en tres oportunidades (en ninguna alcanzó a completar el período por los golpes de Estado) y convencional constituyente en 1960.

El Dr. Lorda recordó sus años de profesión de abogado y su destacado desempeño profesional calificándolo como un “purista del idioma”. Sus aportes jurídicos fueron decisivos para la elaboración del proyecto de reforma del Código Procesal Civil y Comercial de la provincia.

La Dra. Gemignani recordó una anécdota personal con el ex presidente Arturo Frondizi. En julio de 1963 el ex mandatario regresó de su detención impuesta por los militares posterior a su derrocamiento. El viaje desde Bariloche lo hizo en auto y en Santa Rosa fue homenajeado por sus amigos y se hospedó en la casa de Achiary. Contaba que cuando regresaron de la cena, le preguntó su huésped si podía tomar un libro de su prolífica biblioteca, porque tenía por costumbre leer antes de conciliar el sueño. El texto elegido fue sobre la Historia de las Religiones. Juan Carlos quería alargar la velada y prefería seguir conversando, y su huésped también. Allí se produjo una clase magistral sobre la temática en Oriente y Occidente por varias horas. Cada vez que Achiary lo relataba, volvía a disfrutar la vastedad y profundidad de los conocimientos del gran intelectual. Estuvieron departiendo hasta altas horas de la madrugada y según Juan Carlos en su humildad, él solo escuchaba y preguntaba, si bien contaba con una extensa cultura.